viernes, 23 de octubre de 2009

¿Cómo ser familia después de Vale?

Después de la muerte de nuestra Vale, nos quedó en el corazón un vacío inmedible.

Durante todo su proceso de enfermedad y muerte atravesé los pasos más comunes de negación y culpabilidad. Después de lograr reconciliarme conmigo misma y con Dios, logré respirar de una manera más profunda y libre, viviendo Su Voluntad en mi vida con amor, no con resignación. Mi fe en Él me aseguraba que toda esta dura historia era lo mejor, era un regalo.

A pesar de esta profunda convicción de aceptar los designios de la Vida, la terrible incertidumbre de saber qué hubiera pasado si...?, cómo se sentirá alzar a un hijo (a)? cómo será dar de mamar? y la difícil tarea de enfrentar a otras personas que sí podían disfrutar a su hijo (a) fueron alimentando en Carlos y en mí la fuerte necesidad de darnos el chance e intentarlo otra vez.

Tras recibir asesoría médica y obtener el aval de mi nuevo doctor, cinco meses después de haber partido Vale, recibimos la tan esperada noticia: Estaba embarazada por segunda vez!

El embarazo se desarrolló de manera normal, y poco tiempo después nos enteramos que, nuevamente, tendríamos una niña. Confieso que fue difícil no preocuparme de que fuera a repetirse la misma historia. Sin embargo, optamos por celebrar la vida de nuestra bebé día a día, desde que estaba en mi vientre, por el tiempo que Dios quisiera.

Han pasado tres años ya, desde el nacimiento de María Fernanda, una niña alegre, cariñosa, pícara y con un toque especial... tiene una hermanita en el Cielo.

Sus constantes preguntas acerca de Valeria, sus lágrimas al escuchar su historia y sus comentarios de cuánto anhela poder jugar con ella, nos han hecho conmemorar la vida de Valeria y su presencia espiritual entre nosotros con mucha más fuerza.

Sé que para ella ha sido difícil comprender su realidad, sin embargo el amor se ha encargado de ser lo suficientemente creativo como para que ella se sienta amada y acompañada por su hermana desde el Cielo.

El tiempo dirá y Dios tendrá dispuesto cuándo llegará el día en que Mari Fer pueda experimentar la presencia física de un nuevo hermano (a).

Nuevamente, la incertidumbre despertará, tal y como la primera vez, pero continuaremos confiando en Dios y celebrando que se cumpla Su voluntad en nuestras vidas, pase lo que pase, siempre se traducirá en amor.

Vale y Mari Fer, entre Cielo y Tierra from Carol Garro on Vimeo.